Manos a la obra colombianos y colombianas que mañana es tarde
Por razones distintas y con suertes diferentes, ni Mancuso ni Londoño están hoy satisfechos -ni mucho menos- por el curso que han tomado los dos Procesos de Paz del siglo XXI, iniciados, con la pompa y protocolo estatal del caso, en 2003 con las AUC -Gobierno Uribe- y en 2012 con las FARC -Gobierno Santos. No entro aquí en detalles, suficientemente conocidos.
Tales razones y tales suertes, específicas y a la vez análogas, vienen a cuento, porque el turno ahora -Gobierno Petro- toca en son de paz -Paz Total- las puertas del ELN, AGC, EPL y DISIDENCIAS y REINCIDENCIAS, todas envueltas por la trama del mismo conflicto armado, financiado hoy por todo tipo de economías ilegales. Tres de estas organizaciones al menos, ELN, AGC y EPL, como las desmovilizadas FARC -EP y AUC, hunden sus raíces históricas y políticas más profundas y fundacionales en la Guerra Fría, nos devuelven a los tiempos idos que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, desde 1945. Tampoco aquí entro en detalles, éstos no tan bien conocidos por todos, pero aquí prescindibles.
Los antecedentes pesan, los incumplimientos de parte y parte, de todas las partes involucradas, han estado a la orden del día y continúan estando. No los ignoran los interesados, tampoco los ignoran el presidente ni el alto comisionado para la Paz. Tales antecedentes nos los ponen de presentes hoy Mancuso y Londoño -entre otros. No se trata sólo de antecedentes, se trata -sobre todo- de compromisos pendientes, de derechos cercenados, de procesos jurídicos laberínticos, eternizados en el limbo.
Los invitados a participar del Proceso de Paz Total observan hoy -entre cavilosos y azorados- un escenario inestable que presagia incertidumbres, que recuerda-alerta sobre acuerdos incumplidos, promesas en el aire, palabras que se lleva el viento. Cuando alguien se ha quemado con leche hirviendo, ve a lo lejos una vaca y huye despavorido. Pura medicina preventiva. Entre los invitados a la Paz Total no sólo hay quienes ya padecieron la experiencia del destrato, sino quienes se nutren, además, por las experiencias ajenas. Las experiencias que precisamente Mancuso y Londoño quieren poner sobre la Mesa de la Paz que, finalmente los-nos cobija a todos, interesados como estamos en cambiar la guerra por la paz.
Llegado a este punto, y consciente que ‘guerra-paz-política’ es todo-uno, me apresuro a mencionar que lo del ‘delito político´ -con todo su largo, ancho y profundidad- constituye un gigantesco obstáculo -histórico, hermenéutico y jurídico- que -si se quiere avanzar hacia la Paz Total- debe ser colocado al margen del camino, de inmediato. No digo ignorarlo, sólo pido la delicadeza de ponerlo a un costado, en aras del Bien Primero, del Bien Mayor, que en este caso es la Paz, pero no cualquier Paz, sino la PAZ TOTAL y COMPLETA. La PAZ INÉDITA, la que nos deben, la que nos debemos, la que nos hemos decidido que AHORA O NUNCA debemos hacer REALIDAD.
Otro punto que destaco, y termino por hoy. Soy consciente que ‘guerra-paz-política interior-política exterior´ es también todo-uno. Enfatizo entonces, en la necesidad del Estado colombiano y de sus contrapartes en las negociaciones a iniciarse, de atenerse todos en el caso de la Paz Total al interés nacional supremo, concebido e instituido como superior a cualquier política exterior del Estado, a cualquier política exterior de los actores de la guerra en Colombia, a cualquier política exterior de los actores políticos actuantes en el marco de la Constitución Nacional. Tampoco en este caso significa ignorar los compromisos internacionales, formales o informales del Estado colombiano, ni cualquier legítima política exterior partidaria. No pretendo ignorar estas delicadas y sensibles materias, sino blindar en la construcción de acuerdos y consensos hacia la Paz Total el MARGEN DE APRECIACIÓN NACIONAL. La Paz Total no debe ser ni impuesta ni condicionada ni mucho menos impedida u obstruida desde el exterior de Colombia, ni subordinarse a la presión de poder nacional o internacional alguno.
Siempre que comienzo una columna, una carta, incluso una poesía, me propongo ser claro y breve, ponderado en mis juicios. Dejo constancia de mi satisfacción al respecto. Al menos hoy, he cumplido mi propósito.
Sepan disculpar mi parquedad, no es indiferencia.
Humildemente,
Así la veo yo.
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ASÍ LA VEO YO
Año 19 - Número 268
Por Juan Rubbini
“Quien juzga directamente del carácter de un ser humano meramente según la primera impresión que le ofrece su figura externa es un fisionomista natural; quien sabe mostrar y ordenar de manera determinada los rasgos, las externalidades que corresponden a su carácter, es científico; y es filósofo quien se halla en condiciones de precisar las razones de esos rasgos y expresiones determinados de una y otra forma, las causas internas de esos efectos exteriores". esos efectos exteriores" (Johann Caspar Lavater, fisionomista suizo, 1741-1801. Citado por G.W.F. Hegel, en Fenomenología del Espíritu)
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Los 268 artículos que componen la serie -iniciada en marzo de 2005- de ASÍ LA VEO YO están a disposición de los lectores en www.primeroelbien.blogspot.com
Un amigo común me pidió que leyera este blog, y realmente creo que fue clara, breve, y muy acertadas tus apreciaciones, cualquier ser humano racional que busque la paz total, encontraría un buen argumento para fundamentar los encuentros, diálogos y conversaciones en camino de la paz total, mil felicitaciones
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