Tratándose de Petro y las Autodefensas habrá narrativas opuestas; no se espere sometimiento ni ‘yo con yo’
El proceso de paz de Santa Fe Ralito (Córdoba), a comienzos de este siglo, no llegó a ningún puerto. Quedó al garete en alta mar, y de allí intenta en buena hora, remolcarlo Petro hasta el puerto de la Paz Total. Aquel proceso se anticipó 20 años a los humores de la política colombiana. Las Izquierdas nacionales e internacionales lo boicotearon y condenaron sin miramientos ni contemplaciones, y las viejas Derechas no le fueron en zaga, en eso de estigmatizarlo y denostar de él.
Hoy la cosa es a otro precio porque emergen en Colombia y en el Continente Americano nuevas derechas, y las viejas derechas o se actualizan o fenecen. Las ‘nuevas derechas’ -y sus generaciones pobladas de bríos juveniles- lucen dispuestas a dar sin vergüenzas y cobardías, sin autocensura alguna, la batalla cultural, política y económica por ideales libertarios, principios conservadores no estatistas ni oligarcas, y patriotismo no militarista sino jugado por la democracia constitucional y los contrapesos institucionales. Todo lo opuesto al vetusto socialismo estatizante, marxistoide y condescendiente con las guerrillas, que constituye el núcleo activista duro del sostén petrista. Alejadas también las nuevas derechas del progresismo recalcitrante made in USA y Europa Occidental.
Dentro de la gran familia nacional e internacional de las derechas, sucede que, una nueva derecha asoma, urgida por la necesidad de insertarse en el mundo sin ningún atisbo de sometimiento servil al colonialismo mental, ideológico o imperialista de potencia alguna. La era inaugurada en el Continente Americano en los '60 por los barbudos de Fidel Castro en Cuba llega a su ocaso definitivo, con el lastre de las dictaduras oprobiosas de Díaz Canel, Maduro y Ortega, y sus llagas abiertas en los adoloridos Pueblos y sus Democracias cautivas. Agoniza el peronismo de izquierda en Argentina, y no consigue sostener Boric en Chile el apoyo ciudadano que creyó lo habilitaba a reformas siderales que hoy caen en ridículo creciente.
Colombia no está condenada -ni por antecedentes históricos ni por súbita conversión- a inclinar su cerviz ante ningún socialismo atroz ni estatismo voraz, ni a decrecer en vez de crecer y desarrollarse. Urgida está de fortalecer el trabajo y su productividad en los campos y las ciudades, estimular el emprendimiento privado, expandir el crédito y favorecer la asociación del capital colombiano con las empresas del mundo que generan calidad productiva y progreso verdadero, acorde con la vocación de libertad y prosperidad de un Pueblo que no mastica vidrio ni se casa por mucho tiempo con Gobiernos de burócratas y autócratas que del prometer hacen gala, pero del realizar y concretar nanay cucas.
En el contexto nacional y continental enrevesado, donde EEUU ingresa en la campaña presidencial que mantendrá en vilo su política interna y externa, durante 2023 y 2024, le toca a Petro bailar con la más fea. Si en el Norte se embanderó por Biden y desechó bipartidismo, puede estar seguro que la derecha colombiana y continental lo etiquetará sin piedad en estos días de desbande ministerial, y su abogar descarado por regímenes como los de Venezuela y Cuba, impresentables y condenables, incluso para centristas y socialdemócratas, desde Washington hasta Santiago y Buenos Aires.
La 'Paz Total' se va a convertir en 'Caos Total' si el Gobierno del Cambio no se sacude esta línea de acción que, vía Leyva, los regímenes de Cuba y Caracas pretenden imponerle. El Gobierno de Colombia fue electo por Colombianos para Colombianos, no por ni para darle gusto a Díaz Canel y Maduro.
El tiempo se les agota a quienes viajan sobre el tren revolucionario Fidel - Guerrillas – Chávez. La línea férrea llega con Petro a su estación terminal, el final de su recorrido de seis décadas. El macabro viaje de sangre y muerte se acaba. Ojalá Petro lo entienda, se convenza y obre en consecuencia. Él llegó a la Presidencia -apoyado por centro izquierdas y centristas, que votaron por Petro, para acabar decorosa y rápidamente con el delirante curso ‘revolucionario’ que hoy tiene contra las cuerdas de todo el mundo al ELN, y las disidencias y reincidencias farianas, no para darles un nuevo aire con un proceso de negociación de los del tipo ‘yo con yo’.
ABOGAR POR LOS RÉGIMENES DE MADURO Y DE CUBA ES IMPRESENTABLE Y VIL ACTO DE FELONÍA. No alcanza para empatar ese ‘pecado mortal’ publicitar admiración por Biden ni por los demócratas más progres entre los de izquierda de los EEUUU. No será con amigos como Petro -genuflexo ante los gobiernos de Cuba y Venezuela- como Biden podrá derrotar a Trump con el voto hispano.
La línea del socialismo internacional para Colombia hoy, es la de Fidel-Chávez-Petro. Fidel se tomó el poder por la metralla de sus guerrillas, Chávez lo intentó por la contundencia del ‘cuartelazo’, pero lo logró finalmente con votos, y a los votos le sumó enseguida el control de las Fuerzas Militares. Corolario que la opinión saca de aquello: Si Petro no ganó la guerra, si Petro ganó por abundantes votos de socialdemócratas y centristas; ahora intentará como los iconos Fidel y Chávez, el control ‘soviético’ de las FFMM y de seguridad. Le importará más esto -dicen- que controlar el Congreso de la República, algo imposible para él, porque no tiene ni le dan los votos para eso. Si se verifican estos pesados pronósticos del Gobierno que va por el dominio ‘absolutista’ sobre las FFMM, ¡ojo con esto!, podría arder Troya.
Tengamos muy presente, en todo momento, que la tragedia de vida y muerte de los Hermanos Castaño -con su parábola de nacimiento, expansión y madurez política de las Autodefensas- encierra una enigmática clave interpretativa del País sometido al bifronte asedio geopolítico e ideológico en un Espacio Territorial -Colombia, País de Regiones- cuya riqueza natural, posición geográfica y talento humano, lo hace blanco de tormentos mil, acicateados desde el exterior en permanente guerra -a veces fría, a veces caliente- entre las potencias hegemónicas que pugnan por obtener la suma del poder en el Mundo.
Volviendo la mirada hacia las ExAUC y las AGC no cuesta mucho avizorar 2 modos distintos y autónomos de interpretar y accionar la Autodefensa, en 2 períodos dialécticos diferentes: el de la Colombia pre y post Caguán, y el de la de Colombia post Uribe, post Santos y post Duque: dos Autodefensas, dos negociaciones en ciernes hoy: una sin armas de por medio; otra, con las armas sobre la Mesa. Dos negociaciones, dos Autodefensas independientes y autónomas, PERO AMBAS AUTODEFENSAS.
Que, en ambos procesos de construcción de Paz Total, habrá narrativas opuestas, de un lado y otro de las Mesas, no se dude. Tratándose de Petro y las Autodefensas, no habrá -al encontrarse- sino narrativas opuestas: no habrá tampoco lugar para sometimiento ni negociaciones de la especie 'yo con yo'.
Finalmente, la Paz, no se hace con los amigos sino entre enemigos que quieren dejar -ambos- de serlo, construyendo una solución consensuada.
Ante este panorama:
No hay camino que lleve de la Guerra a la Paz que no sea un 'camino político'. Tan político es hacer la Guerra como político es hacer la Paz. No se debe negar la 'negociación política' a ningún actor de la guerra, a menos que quien lo niegue esté pensando en continuar la Guerra. Pretender 'someter' al actor político en guerra por tener una mirada política diferente, incluso divergente con la del oficialismo de turno, es en sí mismo una implícita -bastante explícita- declaración de guerra.
No se debe proponer al País la 'Paz Total' y al mismo tiempo declarar una guerra. Resulta contradictorio y, por ello, inconducente hacia la Paz que se dice perseguir.
Moraleja:
Al Gobierno del Cambio, le cuesta no sólo cambiar de narrativa para adecuarla con la realidad de los hechos, sino que -más aún- le cuesta horrores al Gobierno Petro admitir la validez de narrativas distintas a la suya.
Sin embargo, mal que pese a los agoreros de catástrofes: “París bien vale una Misa”.
La Paz en Colombia, también lo vale.
Humildemente,
ASÍ LA VEO YO
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ASÍ LA VEO YO
Año 19 - Número 275
Por Juan Rubbini
"De lo que se trata es de la voluntad de encontrar una solución o, en otros términos, de reemplazar la llamada "voluntad de paz" por la voluntad de encontrar una solución" (JESÚS ANTONIO BEJARANO ÁVILA, 1995, Bogotá)
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Los 275 capítulos de ASÍ LA VEO YO -publicados desde junio de 2005- están disponibles en www.primeroelbien.blogspot.com
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