RODRIGO TOVAR PUPO -NAVIDAD 2023
A nuestra Redacción arribó el Texto completo del MANIFIESTO DE NAVIDAD 2023, enviado por Rodrigo Tovar Pupo (ex 'Jorge Cuarenta') a los doctores ALVARO URIBE VÉLEZ y GUSTAVO PETRO URREGO, el 21.12.2023. Le cedemos un espacio en nuestro blog por la importancia del documento para la mejor comprensión de la situación presente del Proceso de Paz entre el Estado Colombiano y las Federaciones Regionales de Autodefensas.
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Rodrigo Tovar Pupo
Al PUEBLO DE COLOMBIA
-también dirigido en especial
A mis compañeros y ex subalternos
Ex combatientes de ayer, hoy militantes políticos por la Causa de la Paz desde sus espíritus inalterables de integrantes de las Federaciones Regionales de Autodefensa.
Al Ex PRESIDENTE DE COLOMBIA:
Doctor ÁLVARO URIBE VÉLEZ
Al PRESIDENTE DE COLOMBIA:
Doctor GUSTAVO PETRO URREGO
Respetuoso saludo de ex combatiente, hoy prisionero político.
Me dirijo a Ustedes desde mis convicciones políticas de Autodefensa, hombre de Paz y Reconciliación, que no renuncio al derecho de soñar para mi Patria un futuro sin más guerras ni exclusión política para ningún compatriota, donde todos seamos considerados iguales ante la Ley, incluyendo -por supuesto a aquellos que hemos entregado las armas -desde la independencia que nos dan nuestras convicciones, a quienes hemos dicho además adiós para siempre a la guerra y cumplido a cabalidad con la Justicia Transicional, observando rigurosamente nuestro compromiso de reparación integral a las víctimas cumpliendo cívica y religiosamente con la sagrada garantía de no repetición.
Para quienes se sorprendan por el hecho que me esté dirigiendo -en simultáneo- al ex Presidente Doctor Álvaro Uribe Vélez y al Presidente en Ejercicio Doctor Gustavo Petro Urrego, caben unas palabras que dan contexto al por qué de mi iniciativa con este MANIFIESTO DE NAVIDAD 2023:
El Proceso Político de Paz del Estado con las distintas Federaciones Regionales de Autodefensa comenzó en sus fases exploratorias en 2002, una vez iniciado el período presidencial 2002-2006, se formalizó protocolarmente en 2004, y se desarrolló contra viento y marea, en un marco nacional e internacional de desconfianzas y pugnacidades, hasta bien entrado 2008, a partir de cuando quedó paralizado -salvo en su componente de Justicia Transicional, Ley 975 de Justicia y Paz- durante el período presidencial 2006-2010 sin que se hubieran cumplido los propósitos y metas acordadas entre las partes.
Las nefastas consecuencias producidas por aquel brusco e inopinado final se arrastran en muy buena parte hasta hoy y han sido excesivamente duras para las poblaciones y territorios que quedaron a partir de entonces a merced de todo tipo de expresiones armadas y delincuenciales, así como para las víctimas de las Autodefensas durante nuestra participación en el conflicto armado, también para los propios ex combatientes de las Autodefensas y, en general, para toda Colombia que fue privada de los frutos que tanto las Autodefensas como el Gobierno Nacional -nuestra contraparte en la Mesa de Negociaciones- nos propusimos alcanzar al iniciar formalmente y con todas las de la ley el Proceso Político de Paz en Santa Fe de Ralito (Córdoba), con el diligente acompañamiento de la Iglesia Católica y la MAPP-OEA.
Desde el mismo comienzo de la Presidencia del Doctor Gustavo Petro Urrego, agosto de 2022, a través de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, doctor Danilo Rueda, hemos participado de diálogos y reuniones conducentes a retomar con la contraparte estatal el Proceso de Paz trunco desde 2008. Actualmente, están en vías de celebración para su posterior puesta en marcha, los debidos protocolos que viabilicen los diálogos entre las partes que conduzcan a la firma y refrendación de los Acuerdos Definitivos de Paz.
El doctor Danilo Rueda ha sido reemplazado en las recientes semanas por el doctor Otty Patiño, como Alto Comisionado para la Paz, por lo que estamos optimistas y esperanzados que lo avanzado durante la humanista gestión del Doctor Danilo Rueda halle continuidad con el doctor Otty Patiño, esperando que su condición de ex combatiente y estudioso de los Procesos de Paz en Colombia permita el mejor entendimiento entre iguales que hemos conocido desde dentro, en carne propia, las especificidades y degradación en el tiempo del conflicto armado colombiano.
Siguiendo el hilo conductor de este Manifiesto me auguro se comprenda mejor de qué manera tan particular e inédita el Proceso de Paz del Estado Colombiano con las Federaciones Regionales de Autodefensas se ha debido desarrollar a caballo de dos Presidencias de Colombia, habiendo comenzado durante la gestión presidencial del Doctor Álvaro Uribe Vélez, en 2002, y debiendo ahora -tenemos toda la fe en esto- ser llevado a su concreción final y definitiva -para todas las partes involucradas- durante la gestión presidencial del Doctor Gustavo Petro Urrego, en el período 2022-2026.
Es por lo mencionado y las características expuestas que concluí que este MANIFIESTO DE NAVIDAD 2023 debe ser dirigido de manera conjunta, a los doctores Álvaro Uribe Vélez y Gustavo Petro Urrego, máximos exponentes, como ex Jefe de Estado uno y actual Jefe de Estado otro, de la Institucionalidad Constitucional del Estado Colombiano.
En cuanto a mis compañeros y ex subalternos, ex combatientes de las Federaciones Regionales de Autodefensa, aspiro que conozcan como destinatarios de primera mano el contenido de este MANIFIESTO DE NAVIDAD 2023 al cual deseo incorporar para que no les quepa la menor duda -ante las barreras en temas de comunicación aplicadas por mi condición de prisionero político- la reiteración expresa acerca de mis convicciones de genuino autodefensa y convencido hombre de Paz y Reconciliación. Es en esta condición que les quiero dirigir aprovechando esta ocasión propicia unas palabras acerca de del impulso que he dado y seguiré dando, ahora ante el Doctor Otty Patiño, Alto Comisionado para la Paz, en el momento que él lo considere factible y oportuno para que todo este Proceso de Paz, iniciado en 2002, con las Federaciones Regionales de Autodefensa llegue a un digno e histórico final, para bien no solo de unos sino de todos y mal de ninguno. Reitero aquí mi compromiso asumido ante todos ustedes de conseguir que a la mayor brevedad posible se realice la tan demorada -desde los años previos a 2003- Cumbre de ex Comandantes de las Federaciones Regionales de Autodefensa, una vez que la Oficina del Alto Comisionado para la Paz habilite la logística correspondiente, y disponga las circunstancias de tiempo, modo y lugar, para que ello pueda concretarse con todos nosotros presentes, ojalá no virtualmente sino de cuerpo entero y, además, apelando a la cooperación internacional, para que virtualmente tengamos comunicación y debido intercambio de opiniones en esa oportunidad con todos nuestros compañeros aún en prisión o régimen de libertad condicional en los Estados Unidos de Norteamérica.
Quiero transmitirle hoy al entero PUEBLO DE COLOMBIA –de modo muy especial a la juventud de nuestra Patria- que leerá este MANIFIESTO DE NAVIDAD 2023, que entre los años 2004 y 2006, junto a más de treinta mil hombres y mujeres ex combatientes de las diferentes Federaciones Regionales de Autodefensa, nos atrevimos a apostarle a la convivencia pacífica entre hermanos y hermanas Colombianos, manteniendo intacta desde entonces la voluntad de construir la Paz Completa y Definitiva, velando por la garantía de la seguridad y defensa de los Colombianos y el respeto de las libertades, la democracia y el Estado de Derecho como modelo político anhelado por la gran mayoría de los Colombianos, e impulsar el Desarrollo desde lo Regional, fortalecer la Democracia, y aportar así -desde nuestra visión de País de Regiones- a la elaboración de metas concertadas cuyo logro resuelva las necesidades básicas insatisfechas que oprimen al Pueblo en nuestras diferentes Regiones.
De no establecerse este liderazgo refundacional compartido y consensuado NO HABRÁ PRESENTE diferente que nos permita avivar la esperanza en mejores tiempos ni para los ex combatientes ni para las actuales y diferentes Federaciones Regionales de Autodefensa; ni para los ex y actuales y diferentes divisiones de las FARC; ni para el ELN; ni para las fracciones remanentes del EPL; ni para los eslabones del narcotráfico, blindado a los métodos exclusivamente represivos; ni para los grupos organizados llamados ‘oficinas’; ni para el fin real del conflicto armado. NO HABRÁ MODO para que el Estado cumpla con su fin fundamental de protegernos, asegurarnos un orden público y garantizarnos estabilidad, desarrollo y progreso como Nación desde las Regiones.
Reitero ante Ustedes mis firmes convicciones patrióticas y democráticas de Costeño y Colombiano, de ser político con principios de Autodefensa; me manifiesto como hombre de convivencia pacífica, desarmado de odio y pasiones, hoy prisionero político privado de derechos como ciudadano que insisto e insistiré por los cauces políticos y legales en recuperar plenamente.
Nos llegó la hora a los Colombianos de echar mano al recurso infalible del PRAGMATISMO POLÍTICO -que nutrido por principios incontrovertibles del ser y el interés nacional- todo lo puede cambiar en la dirección y sentido correctos para que podamos salvarnos como Sociedad, Pueblo y Nación, con respeto por nuestras diferencias y por las libertades del que piensa distinto.
PRAGMATISMO POLÍTICO es el que utilizan los países potentes y desarrollados cuando se trata de defender sus intereses estratégicos, que no siempre coinciden con los nuestros.
NO SOBREVIVIREMOS COMO NACIÓN SOBERANA sólo con principios y valores nacionales acrisolados sin disponer a la vez de pragmatismo político, como Pueblo, Estado, Sociedad y Nación, inmersos como estamos en un mundo interrelacionado y globalizado donde existen países y economías poderosos y neo-hegemonismos en expansión mutuamente asociados y no pocas veces enfrentados.
SE TRATA DE CAMBIAR EL PRESENTE, para evitar se siga repitiendo. CAMBIAMOS O NOS BORRAN DE LA FAZ DE LA TIERRA COMO NACIÓN INDEPENDIENTE.
Urge extinguir definitivamente la llama incesante de la horrible noche de nuestro conflicto armado, que se convirtió en la gran talanquera que obstruye la activación de nuestras enormes potencialidades de todo orden, la generación y circulación del capital -nacional y extranjero- que requiere nuestra Nación para que el Pueblo Colombiano salga de la pobreza y la miseria, y nuestro país del subdesarrollo.
Para que la economía y la sociedad prospere en las ciudades y los campos, el conflicto armado debe finalizar, esa fatalidad interminable debe ser hecha trizas, no con el recurso único de las armas -que es imposible- sino con pragmatismo, participación, compromisos y ACUERDOS SOBRE LO FUNDAMENTAL.
Las organizaciones políticas que llamamos Estados nacen para cumplir dos funciones fundamentales: PROTEGER la vida, las libertades y los bienes de sus habitantes, e IMPARTIR JUSTICIA de manera imparcial y objetiva. SEGURIDAD y JUSTICIA son entre otros fines las razones principalísimas para que el Estado conserve el monopolio de la fuerza, derecho legítimo que le es concedido por el Soberano para que le sea garantizado el logro de tales fines fundamentales. Si el Estado Colombiano no garantiza con hechos -no sólo palabras- la Seguridad y la Justicia -como viene sucediendo para infortunio de los Colombianos, debe admitir que el Soberano jamás renuncia al derecho universal que le asiste subsidiariamente -como ser humano, como colectivo humano- de la legítima defensa -individual y colectiva- definida como una institución de derecho natural vigente, imprescriptible y anterior al derecho positivo.
Respetabilísimos Doctores Álvaro Uribe Vélez y Gustavo Petro Urrego: recordemos hoy cuando el Soberano -más de treinta años atrás- quiso reafirmar solemne y formalmente no sólo el propósito nacional por la conquista de la Paz -el principal fin deseado por el Pueblo Colombiano- sino también el fortalecimiento de nuestro frágil y vulnerable modelo de democracia en formación. Decidió aquella vez el Soberano, en su poder constituyente, la forma que creyó más adecuada para firmar un nuevo Contrato Social con el fin de refundar constitucionalmente la Patria en 1991, y lo hizo en su conciencia acerca de que los gobiernos son instituidos por sus gobernados con el fin que éstos les ayuden a construir unos fines deseables como Ciudadanos, Pueblo y Nación imposibles de alcanzar sin el liderazgo de un Gobierno en cabeza del Jefe de Estado, -así nos lo enseñó Jacques Rousseau a los pueblos demócratas del mundo.
Los Colombianos hemos clamado y seguiremos clamando -como desde 1991- nos llegue un Presidente o Presidenta que nos abra finalmente el buen camino desde la Jefatura de Estado, y nos lidere como Pueblo en transitar el camino que resulte necesario y ‘a la Colombiana’, para alcanzar el fin supremo de la PAZ DE COLOMBIA -que es también nuestro DERECHO SÍNTESIS EMBLEMÁTICO de todos los demás- el único fin y derecho que, una vez satisfecho, nos garantizará la convivencia pacífica y la confrontación de las ideas en medio del respeto por nuestra diversidad y nuestras legítimas diferencias políticas e ideológicas.
Entendámoslo y actuemos en consonancia: si el fin supremo de la Paz entre los colombianos no se alcanza y el conflicto armado no se acaba, NO HABRÁ PRESENTE DIFERENTE al presente que nos urge cambiar. Sin la instalación de un Gran Diálogo Nacional sin exclusión, de tiempo limitado, NO HAY POSIBILIDAD alguna de cambiar el presente. Sin un Gran Acuerdo sobre lo Fundamental, ningún cambio favorable a la Nación será posible y verificable.
Es mi más íntimo y vehemente deseo que este Manifiesto, concebido y escrito en mi condición de ex combatiente hoy prisionero político de un ‘estado de cosas’ a todas luces kafkiano en el centro penitenciario en el que me hallo privado de la libertad, resulte todo lo elocuente y convincente para que tanto el ex Presidente Doctor Uribe Vélez, como el actual Presidente Doctor Petro Urrego, así como el Pueblo de Colombia y mis ex compañeros y subalternos, ex combatientes, tengan la absoluta certeza acerca de mis convicciones personales y las que se expresan desde las ex Federaciones Regionales de Autodefensa, extendiendo la invitación a sumarse a la Epopeya Gloriosa por la Salvación Nacional también a todos aquellos Colombianos que aún insisten en la vía política armada para poder así alcanzar transformaciones que beneficien a nuestro Pueblo, sea desde los diferentes movimientos de guerrillas, o autodefensas, o grupos armados organizados, o incluso atrapados en los eslabones del narcotráfico, para sumarlos a este gran esfuerzo nacional, y seguirle aportando a partir de ahora desde las vías civilizadas que nos permiten las concertaciones políticas al gran anhelo de alcanzar el fin supremo de Salvarnos como Sociedad, Pueblo y Nación, dentro del Gran Diálogo Nacional sin exclusión y de tiempo limitado, donde surja un nuevo Contrato Social fortalecido y legitimado por ese Gran Acuerdo sobre lo Fundamental.
Estamos anhelantes y esperanzados en una Gran Convocatoria Nacional a partir de 2024 para sumarnos con nuestra visión de País de Regiones, y Amor por Colombia, a la Refundación de la Patria esta vez sin ninguna exclusión.
Que se Manifieste el Dios viviente en cada uno de los destinatarios de este MANIFIESTO DE NAVIDAD 2023, y en cada uno de los Colombianos a la hora del abrazo por esta FELIZ NAVIDAD y FELIZ AÑO NUEVO 2024, por el bien supremo de nuestra Salvación Nacional en la Perfección de la Unidad.
Ibagué, 21 de diciembre de 2023
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