CONTINUACIÓN (II) DEL MANIFIESTO DEL PRESO POLÍTICO RODRIGO TOVAR PUPO AL PUEBLO DE COLOMBIA

Por su interés periodístico y para conocimiento de los lectores publicamos seguidamente y en su totalidad la Continuación (II) del Manifiesto -de fecha 24 de junio de 2022-  emitida en ocasión del EMPALME PRESIDENCIAL 2022 por el hoy preso político Rodrigo Tovar Pupo (conocido por su participación en el conflicto armado colombiano como 'Comandante Jorge 40' del Bloque Norte de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá -ACCU), desmovilizado en 2006 en virtud de los Acuerdos de Paz con el Estado colombiano, durante el primer Gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2006), Proceso de Paz donde abandonaron las armas más de 30.000 combatientes, integrantes hasta entonces de las Federaciones Regionales de Autodefensas, agrupadas a efectos de la negociación política con el Estado colombiano, en las -hoy ya extintas- AUC.

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MANIFIESTO DEL PRESO POLÍTICO 

Rodrigo Tovar Pupo 

EMPALME PRESIDENCIAL

 

Al PUEBLO DE COLOMBIA,


al SEÑOR PRESIDENTE ELECTO DE COLOMBIA,

Doctor GUSTAVO PETRO URREGO  


al SEÑOR PRESIDENTE DE COLOMBIA

Doctor IVÁN DUQUE MÁRQUEZ


Respetuoso saludo.


Retomo hoy, desde la misma celda, la comunicación iniciada el 13 de mayo pasado, previa a la primera vuelta presidencial.

Conocidos los resultados de las votaciones del 19 de JUNIO, está muy claro para todos que Colombia se ha manifestado plebiscitariamente en favor del CAMBIO DE RUMBO, auténtico clamor nacional por no repetir los errores del pasado que nos han traído a este PRESENTE QUE URGE TRANSFORMAR en un presente diferente que nos permita satisfacer las exigencias de la Nación en su conjunto, de las Regiones en sus especificidades locales, y de todos y todas los Colombianos y las Colombianas en sus derechos esenciales a la Paz, la Justicia, el Trabajo, la Educación, la Salud, el Ambiente y la Seguridad. SIETE DERECHOS ESENCIALES de obligatorio cumplimiento por parte del Estado Colombiano en sus diferentes ámbitos de funcionamiento y decisión. Sólo la satisfacción plena de estos derechos esenciales, y de los otros derechos establecidos en nuestra normatividad constitucional, LEGITIMARÁ el ESTADO SOCIAL DE DERECHO que constituye la piedra base de nuestra organización democrática de vida en sociedad.

No es mi intención reiterar aquí lo ya contenido en la primera parte del Manifiesto, sólo quiero hoy añadirle algunos pocos puntos que ayuden a precisar mi mensaje del pasado 13 de mayo.

Escribo -como ya fue dicho-, desde mis convicciones políticas de Autodefensa, mas no desde una estrategia partidista; no quiero apostarle a una Colombia más dividida de lo que está, sino aportarle a una Colombia que ESTÁ URGIDA DE UNIRSE EN LO FUNDAMENTAL. URGIDA DE HALLAR COMUNES DENOMINADORES, que nos UNAN EN LO ESENCIAL. Hoy considero la CONSTITUCIÓN NACIONAL VIGENTE un buen punto de partida para que TODOS Y TODAS podamos aportar en sus reformas y complementaciones necesarias para el cambio que no da espera. Es desde aquí que construiremos la Colombia que nos una. 

Es a partir de la ACTUAL CONSTITUCIÓN desde donde se DEBE EN CONSENSO CONSTITUIR UN PUNTO CERO que nos permita avanzar hacia la construcción de la COLOMBIA que soñamos y en la que quepamos todos respetando siempre las diferencias con el otro.

Si las diversas aplicaciones de la lucha de clases y las diversas versiones de seguridad regional y nacional, desataron, en su praxis política y militar, la tragedia humanitaria que tanto ha golpeado y victimizado al PUEBLO COLOMBIANO durante décadas, son ambos desarrollos enfrentados y en colisión hasta el día de hoy -con los picos y la aparente calma producto de los ritmos propios de toda guerra irregular- los que deben ser reconsiderados y reinterpretados desde el espíritu y la letra de la Constitución Nacional y, allí donde se deba intervenir sobre el cuerpo normativo constitucional vigente, proceder con toda la sabiduría política, pragmatismo y toda la legitimidad institucional y debida participación y aprobación del Soberano, que lo delicadísimo de la situación exige.

Todos y Todas debemos ser conscientes que todo CAMBIO DE MAGNITUD debe sostenerse sobre diagnósticos rigurosos, proyecciones verificables y realistas, debates amplios, incluyentes, enriquecidos por la diversidad de visiones e interpretaciones de los males a superar, los bienes a preservar y los cambios a introducir, en plazos razonables cuya distribución en el tiempo permita compatibilizar sentido de urgencia y sentido de oportunidad.

Estoy SEGURÍSIMO que cada Colombiano y Colombiana, y que, tanto el SEÑOR PRESIDENTE ELECTO como el actual SEÑOR PRESIDENTE DE LA NACIÓN comprenden, cada cual desde su concepción ideológica, punto de vista y experiencia personal, lo que estoy manifestando desde mi espíritu de Autodefensa, ayer combatiente, hoy desmovilizado, hoy preso político -no de un Presidente, no de un estamento judicial- sino hoy preso político de un ‘estado de cosas’ que a cada COLOMBIANO y COLOMBIANA lo somete con sus diferentes matices de calamidad y en cada caso particular, familiar, vecinal, local y regional, a diferentes grados de arbitrariedad, violencia e injusticia. 

En mi caso personal estoy convencido de que SI TRAS PARTICIPAR del CONFLICTO ARMADO como combatiente, y de un PROCESO DE PAZ como partícipe identificado con la urgencia de abrir caminos hacia la PAZ COMPLETA; SI TRAS HABERME DESMOVILIZADO en virtud de decisiones superiores -que yo consideraba carentes de sentido de oportunidad pero estaba fuera de mi alcance desacatar-, decisiones tomadas a mi modo de ver antes que estuvieran suficientemente consolidadas y asumidas por parte del Gobierno de Colombia de entonces, las condiciones mínimas institucionales de seguridad en las comunidades afectadas por el conflicto armado y que habían estado bajo nuestra influencia como Federaciones Regionales de Autodefensas en armas, condiciones que yo juzgaba imprescindibles para formalizar luego debidamente -una vez satisfechas esas condiciones- los acuerdos y volverlos ACUERDOS DE ESTADO; SI TRAS HABER ENTREGADO LAS ARMAS y HABERME PRESENTADO ANTE LA JUSTICIA COLOMBIANA cada vez que fui requerido tras mi desmovilización -mientras permanecí sujeto a su exclusiva normatividad y sistema- HACE MÁS DE DIECISEIS AÑOS; SI TRAS HABER SIDO EXTRADITADO por acciones que no se correspondían con mis reales responsabilidades -y haber permanecido en esa condición durante TRECE AÑOS- y regresar a mi PATRIA AMADA y seguir encarcelado desde entonces: 

Todo esto NO ES SÓLO NI PRINCIPALMENTE por haber sido un actor del conflicto armado civil colombiano, sino por mis CONVICCIONES POLÍTICAS FIRMES y ESPÍRITU DE AUTODEFENSA, contrario a nuestra contraparte dentro del mismo conflicto también desmovilizada, para con quien el mismo ESTADO COLOMBIANO ha mostrado -a lo largo de diferentes décadas y circunstancias- otra cara y otros gestos que de ninguna manera pretendo cuestionar aquí, sino solamente exponer hoy para mejor ilustración de quienes vayan a leer este documento, y los que le sigan.  

Dicho lo de más arriba, lo que trasunta y prioriza este Manifiesto es mi sentir de COSTEÑO, de hombre de REGIÓN y de COLOMBIANO que entre sus convicciones más profundas tiene la de que PRIMERO ESTÁ LA PATRIA -chica y grande-, después las organizaciones políticas partidarias y sus ideologías y estrategias, y sólo en tercer lugar los dirigentes que las conducen o aspiran a conducirlas.

Para alcanzar el SUPREMO BIEN DE LA PAZ DE COLOMBIA reitero mi invitación al SEÑOR PRESIDENTE ELECTO DOCTOR GUSTAVO PETRO URREGO a no bajar la guardia en cuanto a LA NECESIDAD DE UNIÓN NACIONAL y colocar como PRIMERÍSIMO OBJETIVO DE GOBIERNO el de afrontar simultáneamente todos, absolutamente todos los obstáculos que nos han impedido históricamente alcanzar la PAZ COMPLETA, INTEGRAL, DEFINITIVA y sin EXCLUSIÓN, que ambicionamos TODOS Y TODAS LOS COLOMBIANOS Y LAS COLOMBIANAS. Lo digo desde la ABSOLUTA CONVICCIÓN de que COLOMBIA no se divide entre amigos y enemigos de la Paz, sino entre COLOMBIANOS Y COLOMBIANAS que diferimos sobre cómo alcanzar tal OBJETIVO NACIONAL COMPARTIDO e IRRENUNCIABLE.

Que subsistan legítimas y atendibles diferencias en el CÓMO no obsta para que existan coincidencias casi unánimes en el QUÉ y en el CUÁNDO: LA PAZ CUANTO ANTES, LA TREGUA HOY MISMO.  

Soy consciente que la complejidad y gravedad de los males que padece Colombia, y en consecuencia sus habitantes en todas las Regiones y en la misma Ciudad Capital y alrededores, no se limitan exclusivamente al de la subsistencia del Conflicto Armado y sus vasos comunicantes con economías ilegales, violación de derechos humanos, imposibilidad de recuperar la producción del campo y las ciudades, afectando primera y principalmente a las poblaciones que padecen más directamente y en su propia humanidad y familias, pero insisto y no dejaré de insistir y llamar la atención sobre la URGENCIA PRIORITARIA DE CENTRAR EL FOCO SOBRE EL FIN DE LA GUERRA, como origen directo e indirecto de casi toda la desgracia nacional, principalmente la corrupción que acrecienta la miseria y pobreza que siguen desbordadas y generalizadas entre los COLOMBIANOS y COLOMBIANAS, sin visos de contenerse ni mucho menos aminorarse.

Con la mirada puesta en poner punto final civilizado y consensuado a la guerra, a las economías ilegales, y a la violencia en todas sus expresiones seguiré poniendo en el centro de la discusión nacional -DESDE MI PERSPECTIVA POLÍTICA DE AUTODEFENSA, COSTEÑO Y COLOMBIANO- la necesidad de CONSTRUIR LOS ACUERDOS QUE SEAN NECESARIOS ENTRE COLOMBIANOS Y COLOMBIANAS que hagan POSIBLE LA PAZ COMPLETA.

Desde la concatenada expresión a través de este ‘MANIFIESTO DEL PRESO POLÍTICO Rodrigo Tovar Pupo’, continuaré expresándome mientras Dios me dé Vida y Salud, tratando de facilitar la comprensión por parte del Pueblo Colombiano y sus Gobernantes, sobre el estado del arte en que se halla actualmente, en sus componentes políticos y legales, el PROCESO DE PAZ ENTRE EL ESTADO COLOMBIANO y las hoy desmovilizadas Federaciones Regionales de Autodefensas, mal llamadas -por intereses de agendas de guerra-, por algunos sectores, ‘paramilitares’. 

Insistiré SEÑOR PRESIDENTE ELECTO, doctor GUSTAVO PETRO URREGO, SEÑOR PRESIDENTE DE LA NACIÓN COLOMBIANA, doctor IVÁN DUQUE MÁRQUEZ y SOBERANO PUEBLO COLOMBIANO en los siguientes puntos:

1. PARTICIPACIÓN SIN EXCLUSIÓN DE TODAS LAS PARTES INVOLUCRADAS EN LA PROBLEMÁTICA DE LA PAZ Y DE LA GUERRA DESDE LO REGIONAL, y en un GRAN DIÁLOGO NACIONAL DE DURACIÓN LIMITADA. 

2. CONVOCATORIA NACIONAL SIN EXCLUSIONES, para Salvarnos como Nación, como Pueblo, como Sociedad, como Ciudadanos y Ciudadanas, y enfrentar con determinación y coraje la gran misión de REFUNDAR COLOMBIA sobre bases sólidas y compartidas de un GRAN ACUERDO sobre lo FUNDAMENTAL. 

3. SIN EL LIDERAZGO DEL JEFE DE ESTADO NACIONAL y SU PRAGMATISMO POLÍTICO EN ACCIÓN NO HABRÁ PRESENTE para ENCAMINAR CON RUMBO CIERTO el final real del conflicto armado, lo que seguirá impidiendo que el ESTADO SOCIAL DE DERECHO cumpla con sus fines fundamentales de protegernos, asegurarnos un orden público y garantizarnos ESTABILIDAD ECONÓMICA y DESARROLLO como Nación.

4. SIN EXCLUSIÓN sentemos las bases sólidas para la Construcción de UNA NUEVA NACIÓN en la que QUEPAMOS TODOS, y donde también crezcamos como personas, sociedad y pueblo y nos desarrollemos como País Independiente, todos y todas, como Dios manda y la Patria nos reclama. 

En síntesis:

PENSAR EN GRANDE, -y desde la perspectiva hermenéutica que provee la doctrina del margen de apreciación nacional-, en UNA COLOMBIA EN PAZ, GRANDE, UNIDA y PRÓSPERA. 

REITERAMOS:

Las desmovilizadas FEDERACIONES REGIONALES DE AUTODEFENSAS continuamos anhelantes y esperanzadas en una Gran Convocatoria Nacional a partir del día 7 de agosto de 2022 para sumarnos con nuestra visión de País de Regiones, y Amor por Colombia, a la Refundación de la Patria esta vez sin ninguna exclusión. 

Nuestros mejores augurios para que en el transcurso del EMPALME PRESIDENCIAL y en los acercamientos con la otra COLOMBIA DIVERSA, se manifieste el Dios viviente, en las emblemáticas figuras del SEÑOR PRESIDENTE ELECTO, doctor GUSTAVO PETRO URREGO, del actual SEÑOR PRESIDENTE DE LA NACIÓN, doctor IVÁN DUQUE MÁRQUEZ, así como en cada uno y cada una de los y las REPRESENTANTES DE ESA OTRA DIVERSIDAD COLOMBIANA, y en cada Colombiano y Colombiana a la hora de acompañar este crucial desarrollo democrático, por el bien supremo de SALVARNOS COMO NACIÓN en la PERFECCIÓN DE LA UNIDAD.


RODRIGO TOVAR PUPO, Preso Político, Costeño y Colombiano.

Colombia, 24 de junio de 2022 

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