263. ¿Para cuándo Presidente Duque, para cuándo Partido Centro Democrático?


ASÍ LA VEO YO - Año 15 - IV Época
No solo los acuerdos con las FARC deben implementarse, todos los acuerdos, todos

Por Juan Rubbini




Cuando las izquierdas de Colombia agitan la defensa de los acuerdos de paz y su implementación, algún desprevenido podría pensar que se refieren a todos los acuerdos de paz, habidos y por haber. Pero no, se refieren exclusivamente a los acuerdos firmados entre el Gobierno Santos y las FARC. Jamás lo hacen en relación a los acuerdos de Santa Fe Ralito establecidos en virtud del proceso de paz entre el Gobierno Uribe y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Esta flagrante contradicción baste para ilustrar al interesado en la paz de Colombia sobre la mirada sesgada y utilitaria con que la izquierda se manifiesta acerca de la Paz que les conviene.

Pero la cosa no para allí. El interés de la izquierda por volver oficial su verdad sobre el conflicto armado colombiano la vuelve cínica al reclamar que las exAUC participen como declarantes en la denominada Comisión de la Verdad para que refieran sobre supuestos vínculos con ‘paramilitares de Estado’ y Presidentes anteriores a Santos. Alguien podría pensar que en igualdad de derechos y obligaciones con las desmovilizadas FARC, pero no, mientras las FARC operan como partido político en regla, con representación en el Congreso, y postulados a todos los cargos electivos de la Nación –incluida la Presidencia- los antiguos miembros de las Autodefensas no tienen siquiera el derecho a votar, mucho menos participar como candidatos, en elecciones de voto popular. Ni hablar de presentar candidato propio a la Presidencia de Colombia. Tampoco han podido constituirse como Partido Político. Se les niega ese derecho y todos los relacionados con el ejercicio de la política. ¿Y en esas condiciones desiguales pretenden que acudan?

Así las cosas, uno esperaría que desde el Gobierno Duque –e incluso desde las izquierdas pro paz- existiera interés e iniciativas andando por llevar a buen puerto el proceso de paz que quedó trunco –en su componente político- cuando en 2008 el jefe negociador de paz de las Autodefensas, Salvatore Mancuso, y una decena de altos jefes e integrantes de las AUC fueron extraditados a EEUU donde pesaban sobre ellos cargos por narcotráfico, actividad en la que tanto las FARC como todos los grupos ilegales participantes del conflicto armado, incurrieron de una u otra manera para financiar sus ejércitos. Pero, ni el Gobierno Duque ni el Centro Democrático, partido de Gobierno, han hecho manifestaciones públicas al respecto de la necesidad histórica de poner sobre la mesa de la discusión política el cierre definitivo, en lo judicial y lo político, de aquel proceso de paz que encabezado a comienzos de siglo por el presidente Álvaro Uribe significó el paso decisivo para quitar del escenario militar el obstáculo insalvable que hasta entonces había hecho imposible cualquier acuerdo con las FARC: la presencia y actitud combativa y militante de las temibles Autodefensas de origen civil y campesino.

Los supérstites dirigentes máximos de las hoy extintas Autodefensas Unidas de Colombia han pasado al menos una década o poco menos en prisión antes de recuperar su libertad. Algunos de ellos aún pagan penas de cárcel en los EEUU. Esto señala en su contra una diferencia abismal –e irrecuperable- con sus antiguas enemigas FARC. Pero lo que estamos aún a tiempo de superar, para dar un paso equitativo, certero y definitivo hacia la paz estable y duradera, es la devolución de los derechos políticos plenos a quienes como excombatientes de las Autodefensas, han participado con todas las de la Ley en un proceso de justicia transicional –Justicia y Paz, ley 975- cuyo objetivo central para los actores del conflicto era y sigue siendo el de todos los procesos de paz en el mundo: cambiar los fusiles y las balas por el ejercicio político legal y los votos de la ciudadanía.

¿Qué de esto no les resulta claro a quienes desde la izquierda y desde la derecha, desde el oficialismo y desde la oposición, siguen negándole a los desmovilizados ex integrantes de las Autodefensas, el ejercicio pleno de todos sus derechos, incluidos los derechos políticos de elegir y ser elegidos?

Así la veo yo.


Los 263 artículos que componen la serie iniciada en marzo de 2005- de ASÍ LA VEO YO están
a disposición del lector en  www.lapazencolombia.blogspot.com

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